El número de horas que duerme una persona varía con la edad. Al nacer, el ser humano necesita dormir entre 16 a 20 horas diarias. Las necesidades de sueño diarias van disminuyendo con el paso de los años, hasta las 12 horas en niños de 4 años, 9 a 10 horas en niños en edad escolar, 8 horas en adultos y 6 a 7 horas en adultos mayores.
“Cuando una persona no duerme habitualmente el número de horas que requiere para su edad, ocurren una serie de cambios metabólicos y corporales que varía de acuerdo a la edad”, sostiene David Lira, médico neurólogo del Instituto Peruano de Neurociencias (IPN). “En niños pequeños, por ejemplo, que no duermen las horas necesarias de acuerdo a su edad, disminuye la tasa de crecimiento corporal y de maduración cerebral, por lo que el niño crece menos y es menos inteligente a largo plazo; cambios que son irreversibles”.
Asimismo, el especialista sostiene que “si en los adultos la falta de sueño es eventual entre una y dos veces por semana o de forma ocasional, pueden compensarlo durmiendo más horas otros días. Pero, cuando se duerme menos horas de las necesarias todos los días por un periodo mayor de 30 días, generará una deuda de sueño, disminuyendo el rendimiento laboral y académico, aumentando el peso corporal, y originará cambios a nivel cardiaco, metabólico y cerebral; cambios que no pueden compensarse durmiendo más horas los fines de semana, que es lo que algunas personas hacen tratando de ‘pagar’ las horas de sueño perdidas”.
Por lo tanto, se recomienda dormir las horas de sueño necesarias para su edad. Su salud a largo plazo, se lo agradecerá.
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