Por todos es sabido el efecto beneficioso que produce en nuestro cuerpo dormir, al menos las ocho horas reglamentarias. Tanto para sentirnos mejor, más enérgicos y con la mente más despejada; hasta como para lograr una mejora en el aspecto de nuestra piel e incluso puede verse reflejado en el peso, debido a los ritmos que adquiere nuestro metabolismo en función de nuestras horas de sueño.
Los beneficios son claros y notables, puesto que todos hemos experimentado en alguna ocasión las consecuencias de una mala noche. Dormir es fundamental y nos aporta múltiples beneficios; pero ahora un estudio va más allá poniendo a prueba el lugar en el que dormimos, porque tener una buena cama es casi igual de importante que invertir en ella nuestras horas estipuladas de sueño.
“Dormir dos meses sobre materiales naturales disminuye el estrés oxidativo y el estrés inflamatorio del organismo, lo que revierte en una mejora del estado de salud y reduce el riesgo de padecer muchas enfermedades”
“La oxidación y la inflamación de las células son dos procesos que van parejos y que están en la base de la mayor parte de las patologías existentes como enfermedades cardiovasculares, las neurodegenerativas, la diabetes o el cáncer son, entre muchas otras, algunas de las patologías que tienen como base el estrés oxidativo e inflamatorio” además de aumentar la producción de antioxidantes, descansar sobre materiales naturales también mejora el sistema inmunitario, es decir, nuestras defensas frente a infecciones, y disminuye la edad biológica una media de 15 años.
“La edad biológica es, versus la cronológica, la que realmente indica la velocidad a la que nuestro organismo está envejeciendo. Cuanto menor sea esta edad, también lo será el riesgo de enfermar y envejecer”.